ANALFABETISMO EN EL ECUADOR

ANALFABETISMO EN EL ECUADOR

martes, 27 de abril de 2010

ANALFABESTISMO FUNCIONAL

¿Cuáles son las causas y cómo evitar el analfabetismo funcional?
El analfabetismo funcional es la incapacidad para comprender las ideas explícitas e implícitas de un texto y emitir un juicio crítico sobre éstas. El analfabeto funcional sabe decodificar y pronunciar las palabras escritas pero no las comprende y no es capaz de aplicarlas en la práctica.Parece ser un problema habitual en países de pocos recursos, en los que el acceso a la educación es muy limitado. Sin embargo, el analfabetismo funcional también se registra en países desarrollados y en personas alfabetizadas.¿Cuáles son sus causas y cómo se previene o soluciona?
La causa principal es el desconocimiento de las habilidades metacognitivas. Carecen de la habilidad para utilizar estrategias efectivas al enfrentar textos, no se forman una imagen mental acerca de lo que leen. Algunas personas desarrollan por si mismas estas habilidades de una forma eficiente, pero desafortunadamente, otras no. Para que haya una lectura eficiente se requiere de:1.- un proceso fisiológico y mecánico, que consiste en llevar la vista sobre las líneas escritas del texto identificando los símbolos que van apareciendo, y2.- un proceso de abstracción mental donde se provoca una actividad cerebral que consiste en elaborar el significado de los símbolos visualizados. (metacognición)Sea cual sea el texto, es importante como mínimo tener la capacidad de determinar las ideas principales o de memorizar los términos nuevos.Para prevenir y/o solucionar este problema existen diversas estrategias, como la lectura explorativa (idea general), la lectura rápida (extrayendo lo más importante), lectura estructural (dividiéndola), lectura crítica, etc..

lunes, 26 de abril de 2010

Educación


En el Ecuador la tasa de analfabetismo global
de la población mayor de 15 años en el 2001
fue de 9%, indicador que presenta diferencias
entre hombres y mujeres: 10,3% y 7,7%,
respectivamente, teniendo las mujeres rurales
un alto índice de analfabetismo 18,1% frente
a los hombres 12,8%.

En el área rural, la población de 18 años y más
que completó 12 años de estudio, corresponde
al 8,5% de mujeres y al 8,9% de hombres. En
el país la escolaridad de las personas de 24
años y más para 2001 fue de 7,3 años, en la
población rural fue de 4,9 años, las mujeres
alcanzaron 4,6 años y los hombres 5,1 años,
mientras la población urbana llegó a 8,7 años13.

http://www.rlc.fao.org/es/desarrollo/mujer/situacion/pdf/ecuador.pdf

Datos estadisticos, FUNDACION

Los países que se encuentran debajo del nivel latinoamericano en matriculación primaria son Colombia, Bolivia y Ecuador, este último con una tasa correspondiente al 83% en 1999 y del 90.9% referente al año 2006. Para este ultimo año se registro solo un 47% de personas que han completado la educación básica.La brecha entre campo y ciudad en matriculación básica es de casi 7% y en educación básica completa, es de 40%. En el 2004, hubo 24 alumnos por profesor y 32 alumnos por aula. El 8% de los gastos gubernamentales fueron destinados a la educación, a pesar de eso en el sector indígena de cada 10 personas solo 8 se matriculan para la instrucción básica de las cuales solo 2 de ellas llegan a completar la primaria. En la etnia afroecuatoriana solo completan la fase de instrucción básica 4 de cada 10 personas matriculadas.
En el 2006, se determino que el 9.1% de los ecuatorianos son analfabetos, lo cual ha representado una reducción de 1.7% desde 1999. El analfabetismo rural es casi 3.5 veces más alto en relación a las ciudades y el 35% de analfabetos promedia una edad de 65 años o más.

PROGRAMA NACIONAL DE EDUCACIÓN BÁSICA PARA JÓVENES Y ADULTOS

El Plan Decenal de Educación 2006 – 2015, elevado a la categoría de mandato por voluntad popular, el 26 de noviembre de 2006, consta de ocho políticas: La cuarta Política: “Erradicación del analfabetismo y fortalecimiento de la educación continua para adultos”.
El Ministro de Educación, Raúl Vallejo Corral, ha decidido enfrentar este reto, apoyándose en experiencias anteriores, encargó la formulación del proyecto a la Dirección Nacional de Educación Popular Permanente que es la entidad responsable de ofertar actividades de Educación Básica y Bachillerato para Jóvenes y Adultos.
En el Ecuador existen 731.984 analfabetos puros, que representan el 9% de la población; es decir, aquellos que no saben leer y escribir; y 1´731.151 analfabetos funcionales, que representan el 21 %, son aquellos que no concluyen un proceso educativo; sumados estos valores se demuestra que de cada 3 ecuatorianos 1 es analfabeto puro o funcional. El gran desafío; por lo tanto, no sólo se trata de enfrentar una demanda marginal de analfabetismo puro, es necesario enfrentar una masiva demanda de educación básica, lo cual no es posible alcanzar con medidas paliativas de corta duración, sino con esfuerzos sostenidos, políticas de Estado de largo plazo.
Las provincias con mayor índice de analfabetismo puro en el país son las siguientes:
Chimborazo = 19 %
Bolívar = 18 %
Cotopaxi = 18 %
Cañar = 15 %
Imbabura = 13 %
Manabi 13%

Informe Nacional del Ecuador CONFITEA VI


Se elaboró el Plan Decenal elevado a la categoría de mandato por voluntad
popular, el 26 de noviembre del 2006, consta de ocho políticas:
1. Universalización de la Educación Inicial de 0 a 5 años.
2. Universalización de la Educación General Básica de primero a décimo.
3. Incremento de la matrícula del Bachillerato hasta alcanzar al menos el 75%
de la población en la edad correspondiente.
4. Erradicación del analfabetismo y fortalecimiento de la educación
continua para adultos.
5. Mejoramiento de la infraestructura física y el equipamiento de las
instituciones educativas.
6. Mejoramiento de la calidad y equidad de la educación e implementación de
un sistema nacional de evaluación y rendición social de cuentas del
Sistema Educativo.
7. Revalorización de la profesión docente y mejoramiento de la formación
inicial, capacitación permanente, condiciones de trabajo y calidad de vida.
8. Aumento de 0.5% anual en la participación del sector educativo en el PIB
hasta el año 2012, o hasta alcanzar al menos el 6% del PIB.
Esta Cartera de Estado, desde hace más de 60 años y específicamente en la
década del 90, ha venido realizando y ejecutando planes, programas,
proyectos y campañas de Educación para Jóvenes y Adultos formal y no
formal, con el propósito de disminuir el índice de analfabetismo, elevar el nivel
educativo, el empoderamiento del conocimiento, mejorar el autoestima,
calidad de vida, la defensa, protección y cuidado del ecosistema, la justicia
social, la democracia y la lucha contra la pobreza en beneficio de la población
con rezago educativo.
En este contexto la cuarta Política: “Erradicación del analfabetismo y
fortalecimiento de la educación continua para adultos”, se ejecuta a través
del Programa Nacional de Educación Básica de Jóvenes y Adultos EBJA, que
es responsabilidad del Estado con tendencia instruccional y socio-critica,
insumos importantes que fortalecerán la Conferencia Regional Preparatoria a
la “CONFITEA VI”, a efectuarse en Brasil, mayo de 2009, como aporte a la
mesa de trabajo.

martes, 30 de marzo de 2010

Compromisos de largo plazo y articulación de la alfabetización a otras políticas

América Latina y el Caribe es una región atravesada por múltiples iniciativas y planes internacionales (mundiales, hemisféricos, regionales, subregionales) vinculados a la educación, que vienen actuando de forma descoordinada, con objetivos y metas que se superponen y muchas veces incluso contradicen entre sí. De la “cooperación internacional” se ha dicho ya muchas veces que viene siendo más un problema que una solución para los países en desarrollo. América Latina es un claro ejemplo de esto (Torres 2001a, Torres 2005).
Igual que los demás países de la región, el Ecuador ha suscrito todas estas iniciativas y planes internacionales. Destacamos aquí los principales a partir de la década de 1980 (Ver Recuadro 3 con detalle de objetivos y metas):
1. Proyecto Principal de Educación – PPE (1981-2000).
2. Educación para Todos – EPT (1990-2000-2015).
3. Plan de Acción Hemisférico en Educación - PAHE (1994-2010).
4. Objetivos de Desarrollo del Milenio - ODM (2000-2015).
5. Plan de Acción Iberoamericana por la Infancia - PAII (2001-2010).
6. Proyecto Regional de Educación para América Latina y el Caribe-PRELAC (2002-2017).

Como puede verse en este recorrido por los diversos planes internacionales, la alfabetización de adultos viene perdiendo terreno en las últimas dos décadas: hemos pasado de “eliminar” a “reducir” el analfabetismo e incluso a la desaparición de este objetivo en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que son los que marcan la agenda mundial de desarrollo en la actualidad. La alfabetización universal fue uno de los tres objetivos planteados para el año 2000 por el Proyecto Principal de Educación (PPE), con gran impulso a este campo dado en su momento por la Oficina Regional de la UNESCO. No obstante, desde 1990 la Educación para Todos (EPT) se convirtió en la práctica en Educación Primaria para Todos, dejándose de lado los demás objetivos educacionales.
Todo esto es notorio en el caso del Ecuador. Como todos los países, el Ecuador elaboró un informe nacional de evaluación de la década de Educación para Todos (1990-2000); no obstante, no se preparó un Plan de EPT para la década. El equipo técnico que hizo la evaluación trabajó, así, sin una línea base, sin objetivos y metas claras planteadas en 1990. El nuevo plan de EPT realizado a partir del Foro de Dakar (2000), fue elaborado (2002) en buena medida puertas adentro del Ministerio de Educación, a último momento, a fin de cumplir con los plazos y requisitos internacionales.9 No obstante, en la práctica, las políticas y acciones desarrolladas por el MEC se rigen por recomendaciones y condicionalidades del Banco Mundial y del BID, a su vez atadas a las normativas y condicionalidades que impone el FMI a la política económica y la política social en cada país. Desde 1990, en el campo educativo dichas recomendaciones priorizan la educación escolar y la educación primaria infantil específicamente, y desestimulan la inversión en alfabetización de adultos (Torres 2004c).


http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001461/146190s.pdf


domingo, 28 de marzo de 2010

FICHAS METODOLÓGICAS


http://www.ecualocal.org/ficha_educacion_ecua.htm

Tasa de analfabetismo (% de la población de 15 años y más)

http://www.siise.gov.ec/Publicaciones/exclu.pdf

PARTE INTRODUCTORIA

El analfabetismo es una muestra de las deficiencias, históricas y actuales, del sistema educativo en cuanto a garantizar una mínima educación a la población; es también un indicador de los retos que enfrenta un país en el desarrollo de su capital humano. La tasa de analfabetismo es el número de personas que no saben leer y escribir, expresado como porcentaje de la población de una edad determinada. En 1999, la proporción de personas de 15 años y más que eran analfabetas en el medio rural era más del triple que en las ciudades (6% y 19%, respectivamente). La población indígena rural es la más afectada por el analfabetismo: el 43% no
sabía leer y escribir; dicho de otra manera, hoy en día la situación de la población indígena es comparable a la que tenía el país en 1950. La falta de destrezas básicas afecta de manera dramática a las mujeres indígenas: más de la mitad de ellas (53%) no sabían leer ni escribir; esta proporción es aún mayor entre aquellas que no hablan castellano.

VIDEO

http://www.teleamazonas.com/index.php?Itemid=91&catid=42%3Aactualidad-portada&id=317%3Ala-otroa-cara-del-analfabetismo&option=com_content&view=article



Revisar este video para comentarios finales

Determinantes del analfabetismo

POSIBLES CONCLUSIONES

domingo, 21 de marzo de 2010

martes, 9 de marzo de 2010

Gestión y financiamiento de la alfabetización


A partir de que el Estado ecuatoriano asumió oficialmente la alfabetización de adultos (1963), ésta ha estado tradicionalmente ubicada dentro del Ministerio de Educación (MEC), bajo la responsabilidad de una dirección marginada dentro del MEC, hoy llamada DINEPP, con escasos recursos y con nombres cambiantes -educación no-formal, educación no-escolarizada, educación compensatoria, educación popular permanente- revelando entre otros la inestabilidad y la falta de identidad de este campo. El MEC bonifica a quienes se dedican a esta tarea (por lo que se les conoce como “Bonificados”), que por lo general no son docentes profesionales y cuyo número se estima en alrededor de 10.000. También la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (DINEIB), adscrita al MEC, viene desarrollando sus propios programas de alfabetización en Kichwa y otras lenguas indígenas.
Otras instancias vinculadas a la cuestión educativa son el Ministerio de Bienestar Social (MBS) y el INNFA (Instituto Nacional del Niño y la Familia) - este último ente autónomo coordinado por la Primera Dama, en cada caso - , los cuales desarrollan sobre todo programas para la primera infancia, adolescentes y jóvenes. A pesar de que existe un Frente Social – instancia que aglutina a todos los ministerios de esta área- así como múltiples organismos gubernamentales y no-gubernamentales encargados de coordinar y vigilar el tema niñez y el tema educación, persiste la fragmentación y la descoordinación de esfuerzos entre todas estas instituciones, cada una con sus respectivas políticas, programas y planes.
El involucramiento de la sociedad civil en las tareas de la alfabetización de adultos tiene una larga trayectoria y tradición en el Ecuador. De hecho, la primera iniciativa alfabetizadora a escala nacional y por casi dos décadas (1944-1961), la llevaron a cabo dos asociaciones civiles: la Unión Nacional de Periodistas (UNP) y la Liga Alfabetizadora del Ecuador (LAE). Desde entonces, el Estado ha convocado siempre a la sociedad civil para las sucesivas campañas y programas de alfabetización, contando especialmente con los jóvenes estudiantes, los docentes, los colegios profesionales, y los voluntarios en cada barrio y comunidad. Asimismo, muchos movimientos sociales y organizaciones de base mantienen sus propios programas de alfabetización, al igual que algunas ONGs, colegios públicos y privados, y universidades. Además de la sociedad civil, la Iglesia ha tenido siempre un papel preponderante en la alfabetización; en los últimos tiempos, la empresa privada también ha hecho aportes, particularmente los diarios y las empresas editoriales. Cabe resaltar, al mismo tiempo, que ninguna de las tres consultas nacionales sobre el tema educativo – Consulta Nacional Siglo XXI (1991, 1996 y 2004)- ha tocado el tema de la alfabetización de manera específica. Dentro del ya de por sí bajo presupuesto educativo (la Constitución establece que debe asignarse el 30% del presupuesto para la educación), el destinado a alfabetización y educación básica de jóvenes y adultos, así como a la educación intercultural bilingüe, suelen ser los más desatendidos. Cabe tener en cuenta además que lo planificado anualmente en la pro forma presupuestaria, e incluso lo oficialmente asignado, no necesariamente coincide con la realidad. Así, por ejemplo, el presupuesto (solicitado en el 2003, a inicios del actual período de gobierno) para la Minga Nacional para un Ecuador que Lee y Escribe, no llegó a hacerse efectivo, aunque consta en el presupuesto de la educación para el 2004 (tabla 9). La ruptura de la alianza de gobierno y la discontinuidad en la gestión del MEC determinó el abandono de dicha Minga y su sustitución por una “Minga de la Esperanza”, en convenio con la UNE, el sindicato docente. Presiones políticas, económicas y gremiales (en este caso, la posibilidad de un subsidio a los maestros sin pasar por un aumento salarial) terminan configurando la política educativa y los presupuestos más allá de toda planificación y cálculo racional.

martes, 16 de febrero de 2010

Las cifras sobre analfabetismo

Por Editorial Diario El Comercio
Parecería que en medio de la vorágine informativa cotidiana los ecuatorianos no se han percatado suficientemente de la insólita decisión gubernamental de dar un paso atrás en su declaratoria de “Patria alfabetizada” y, sin más, cambiar a “Patria alfabetizándose”. El hecho podría quedar como una simple anécdota, pero reviste características graves porque una cartera de Estado no debió realizar una declaración tan trascendente sin bases concretas. En septiembre pasado, y en medio de estridentes celebraciones oficiales y una reiterativa campaña mediática, el Gobierno y su Ministerio de Educación anunciaron que a partir de esa fecha Ecuador era “un país libre de analfabetismo”. Incluso se hizo el anuncio en la sede de la Unesco, en París. Sin embargo, la declaración oficial solamente se basó en proyecciones que, según expertos que las elaboraron, no debían usarse para determinar el índice a nivel nacional pues se trataba de un estudio realizado exclusivamente para determinar la situación relativa del analfabetismo a nivel cantonal. Para confirmar la ligereza con la que el Gobierno trató el tema -quizás en su premura por exhibir resultados de los tres años de gestión-, el propio Instituto de Estadística y Censos (INEC), organismo estatal, reveló hace poco que, al contrario del triunfalismo de las declaraciones oficiales, entre 2008 y 2009 subió del 7,62% al 7,79% la tasa de ciudadanos que no saben leer ni escribir. Se trató, entonces, de un error que indujo al engaño y que, al menos, debería merecer una investigación administrativa a quienes lo usaron con fines propagandísticos y proselitistas.

martes, 9 de febrero de 2010

Los fundamentos constitucionales de nuestro tema de investigación están basados en los siguientes artículos:

Art. 26.- “… La educación es un derecho de las personas a lo largo de su vida y un deber ineludible e inexcusable del Estado... Constituye un área prioritaria de la política pública y de la inversión estatal…”

Art. 27.- “…en el marco del respeto a los derechos humanos… será participativa, obligatoria, intercultural, democrática, incluyente y diversa, de calidad y calidez; impulsará la equidad de género, la justicia, la solidaridad y la paz”

Art. 28.- “…Se garantizará el acceso universal, permanencia, movilidad y egreso sin discriminación alguna y la obligatoriedad en el nivel inicial, básico y bachillerato o su equivalente. Es derecho de toda persona y comunidad interactuar entre culturas y participar en una sociedad que aprende”…”La educación pública será universal y laica en todos sus niveles, y gratuita hasta el tercer nivel de educación superior inclusive”.

Art. 347.- “Será responsabilidad del Estado:
2. Garantizar que los centros educativos sean espacios democráticos de ejercicio de derechos y convivencia pacífica. Los centros educativos serán espacios de detección temprana de requerimientos especiales.
5. Garantizar el respeto del desarrollo psicoevolutivo de los niños, niñas
y adolescentes, en todo el proceso educativo.
6. Erradicar todas las formas de violencia en el sistema educativo y velar por la integridad física, psicológica y sexual de las estudiantes y los estudiantes.
7. Erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital, y apoyar los procesos de post-alfabetización y educación permanente para personas adultas, y la superación del rezago educativo…”

Art. 348.- “La educación pública será gratuita y el Estado la financiará de manera oportuna, regular y suficiente…”

Art. 355.- “…La Función Ejecutiva no podrá privar de sus rentas o asignaciones presupuestarias, o retardar las transferencias a ninguna institución del sistema, ni clausurarlas o reorganizarlas de forma total o parcial”.

martes, 2 de febrero de 2010

Un recorrido por el analfabetismo y la alfabetización

La historia alfabetizadora de América Latina, y del Ecuador específicamente, se inscribe en las corrientes mundiales que han regido sucesivamente este campo, bajo la responsabilidad de UNESCO y, en los últimos años, con creciente peso del Banco Mundial, que emergió desde la década de 1990 como la principal agencia financiera y asesora en materia educativa para los “países en desarrollo”. En el panorama mundial, América Latina y el Caribe ha hecho una importante contribución a la alfabetización, tanto de adultos como infantil. El Ecuador, por su parte, tiene desarrollos propios, que son asimismo aportes a nivel regional e internacional.

Nociones como educación de adultos, alfabetización de adultos, educación fundamental, alfabetización funcional, educación permanente, educación continua, educación para todos, educación básica, aprendizaje a lo largo de toda la vida, han desfilado en el panorama mundial, provenientes por lo general de los países del Norte y de las agencias internacionales. Estos y otros términos han venido evolucionando y no han sido cabalmente conceptualizados ni diferenciados entre sí, dando así lugar al conocido “enredo terminológico” y a una polémica que continúa empantanada más en el plano terminológico que en el conceptual, ideológico o pedagógico.

En el Ecuador, la noción de analfabetismo se vincula a personas mayores de 15 años que no saben leer ni escribir, que es como viene contabilizándose tradicionalmente el analfabetismo en términos estadísticos a nivel mundial. De ahí surge la asociación entre alfabetización y personas adultas. La noción de alfabetización infantil es extraña a la mayoría de personas y ha mostrado ser difícil de instalar en las políticas, no obstante que la alfabetización es la misión por excelencia del sistema escolar.[1]

Las nociones de analfabetismo y alfabetización siguen apegadas a la definición acuñada por UNESCO en el siglo pasado: "Una persona analfabeta no puede leer entendiendo lo que lee ni escribir una descripción sencilla y breve de su vida cotidiana" (UNESCO 1958). La noción de analfabetismo o alfabetización funcional continúa asociando lo “funcional” a trabajo, producción, generación de ingreso, que es como se manejó en el Proyecto Mundial Experimental de Alfabetización coordinado por UNESCO en la década de 1960-1970 y en el cual el Ecuador fue uno de los cinco países participantes. Sólo un núcleo de especialistas entiende lo funcional vinculado al grado de manejo y uso de la lectura y la escritura. "Una persona es funcionalmente analfabeta cuando no puede dedicarse a las actividades en las que hace falta saber leer y escribir para el funcionamiento efectivo del grupo o la comunidad a la que pertenezca la persona, y para permitirle que siga empleando la lectura, la escritura y el cálculo para su desarrollo propio y de la comunidad" (UNESCO 1978).
[2] La incorporación (o no) del cálculo dentro del concepto de alfabetización sigue siendo también objeto de debate; muchos incluyen el cálculo dentro de la alfabetización, aunque de hecho constituyen lenguajes y procesos diferentes de aprendizaje.
Asimismo, sigue vigente la vieja manera de definir el analfabetismo a partir de la autodeclaración de la persona en censos y encuestas, con la conocida falta de confiabilidad de la información obtenida de este modo. De hecho, como en muchos países, hay diferencias importantes entre las diversas estimaciones sobre analfabetismo, dependiendo de las fuentes consultadas. No se han desarrollado instrumentos para evaluar niveles de analfabetismo. Asimismo, son excepcionales las experiencias (programas, campañas, proyectos) de alfabetización que han concluido con una evaluación de resultados de aprendizaje. Por lo general, se da por alfabetizado a quien completa el programa o, incluso, a quien se registra en éste. Esta práctica es bastante generalizada en la región.


[1] Esto ocurre en la propia UNESCO: el documento-base de la actual Década de las Naciones Unidas para la Alfabetización (2003-2012) afirma que “la alfabetización es un concepto que no tiene edad” y un aprendizaje que se desarrolla a lo largo de toda la vida, pero la Década vuelve a centrarse en la alfabetización de adultos.
[2] El estudio sobre alfabetismo funcional realizado por UNESCO-OREALC en 7 países de la región (el Ecuador no fue incluido) mostró altos niveles de analfabetismo funcional entre la población joven y adulta; concluyó que se requieren al menos 6-7 años de escolaridad para manejar funcionalmente la lectura y escritura, y 12 para un dominio pleno; y mostró que la escolaridad por sí misma no garantiza dicho dominio, ya que la alfabetización funcional implica usar la lectura y la escritura en diferentes contextos (familiar, laboral, social, etc.) (Infante 2000).

lunes, 1 de febrero de 2010

ANALFABETISMO EN EL ECUADOR

El analfabetismo es la incapacidad de leer y escribir, que se debe generalmente a la falta de aprendizaje. En los países que tienen una escolarización obligatoria, el analfabetismo es minoritario.
Sin embargo, en algunos países la
comprensión lectora puede ser deficiente a pesar de que su tasa de analfabetismo sea pequeña (iletrismo), ya que leer no es sólo descodificar las letras sino entender mensajes por escrito.
En algunos países las leyes contienen disposiciones especiales para analfabetos. Así, por ejemplo, el
Código Civil español establece que aquellos analfabetos que deseen otorgar testamento cerrado, y pidan a otra persona que se lo escriba, deben firmar en cada una de las páginas.
Hoy en día muchos países han puesto en marcha efectivos proyectos de erradicación del analfabetismo con sistemas que han demostrado alta efectividad, como el método
Perú con una intensa capacitación, con la cual se persigue el objetivo de poder llegar a la gente de los pueblos más alejados, a través de programas sociales y de la televisión. Dentro del Perú también existe el Proyecto Regional de Alfabetización en la Región Cusco PRAL Cusco, el cual toma en consideración la realidad socio cultural y socio lingüística de la Región Cusco y el tratamiento lingüístico que se propone y aplica; que se realiza en dos idiomas: Quechua y castellano. El modelo cubano Yo Sí Puedo, en Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Sevilla (España) y Ecuador.
El día 22 de junio del 2009, la comisión verificadora de alfabetización nicaragüense anunció que Nicaragua se convertía en un país libre de analfabetismo, reduciendo del 19% al 4,73% sus estadísticas, alcanzando las cifras estipuladas por la ONU para recibir este título que fija -para su mención- como máximo un porcentaje no superior al 5%.

Analfabetismo digital es un proceso de la cultura de la Nueva Economía que consiste en no poseer los rudimentos necesarios para moverse con las nuevas tecnologías, especialmente Internet, lo que contribuye a la brecha digital.